sábado, 15 de enero de 2011

Bienvenidos a la tierra de los sueños

Hay un lugar no muy lejos de aquí que debería ser de obligada visita para todos los ilustradores de cuentos infantiles. Es más, yo creo que todos los amantes de los cuentos, en realidad, conocemos este lugar; forma parte de nosotros desde que nacemos, nos ve crecer y nos llama para que vayamos a pasear por sus calles. Pero, ajetreados con el estrés de nuestra vida diaria, no lo oímos, solo lo intuimos.
Se trata de un barrio donde, si tienes suerte, puedes encontrarte a Rapunzel con su pelo recogido para que nadie la reconozca; a Caperucita de la mano del lobo; al gato Gobolino...


...a un gigante ayudando a un enano...


...a un tejón abrigado con boina y bufanda...


...o a un árbol que da zapatos. Pero, si os pasáis por allí, lo que seguro que encontraréis es a un grupo muy peculiar, compuesto por un perro, un gato, un gallo y un burro. Ellos son los encargados de dar la bienvenida a los visitantes de este rincón lleno de color y de magia llamado Schnoor.


Hace poco más de un año fui a este barrio de Bremen, en Alemania, y me quedé fascinada. Los carteles de las tiendas llevan dibujos que parecen sacados de cuentos, y títulos tan sugerentes como Rapunzel, Lilliput... Es pequeñito, con calles estrechas adoquinadas bordeadas por las típicas casitas alemanas, blancas con vigas de madera oscura y tejados que harían suspirar a Heidi. Fue increíble pasear por esas calles, completamente mágico. Pero como no sé alemán, no pude hablar con nadie, y es una lástima. Tengo que aprender y volver, y conocer en persona a todos esos personajes que me hacían soñar cuando era pequeña, y que aún me emocionan hoy; estoy segura de que viven allí o que, al menos, pasan allí las vacaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí tus comentarios: